La bóveda sexpartita del Monasterio de Santa María de Huerta, Soria_07 Imprimir E-mail


[....] Debido a que la caras de apoyo entre dovelas no son radiales, el mortero de la junta debe adoptar una forma triangular para permitir que la enfilada de éstas se vaya curvando y adaptándose a la cimbra. Al llegar a la clave, una dovela específicamente cortada para encajar en el último espacio que queda, hace de conexión entre la clave y el arco. Esta pieza es en realidad una cuña que al entrar a presión hace trabajar conjuntamente el arco completo con la clave.

La construcción de la bóveda va llegando a su fin; todos los arcos principales, incluso los formeros están ya construidos (Fig. 35). Una última tarea queda por llevar a cabo, la construcción de sus plementerías, no cabe duda que la construcción de tan enrevesadas superficies suponía un reto fuera de lo común. Con objeto de conocer sus principales características constructivas se tomaron datos exactos de las mismas (Fig. 36), los cuales revelaron que las plementerías fueron ejecutadas con una fábrica de mampostería de pequeño tamaño bien concertada. Las hiladas se colocaron "a la francesa" es decir, paralelas a los ejes ortogonales de la bóveda si bien, en sus comienzos, el aparejo se dispone "a la inglesa" buscando el camino más corto entre dos nervios contiguos. El aparejo francés requiere ir rectificando la dirección de las hiladas para mantenerlas en su correcta dirección, esta corrección puede hacerse con hiladas de anchura variable, o bien, introduciendo hiladas en cuña. En las plementerías de las bóvedas de Santa María de Huerta, los lechos en cuña se podían identificar perfectamente así como la hilada de cumbrera, una hilada recta mucho más estrecha que las demás que recorre las líneas de rampante de las plementerías (Fig. 36).

Otro detalle interesante de esta plementería es que las hiladas con la que está construida son planas. Con frecuencia, la construcción de la plementería se hace mediante hiladas ligeramente curvas, formando un pequeño arco, de manera que cada una de ellas es auto portante; sin embargo, en Santa María de Huerta, las hiladas con las que se han construido las plementerías son planas. Este singular detalle cambia por completo la construcción de las superficies de plementería ya que ahora las hiladas no se sostienen por sí mismas, han de irse sujetando a medida que se van construyendo, particularmente las hiladas superiores en que la inclinación del plemento obliga a sujetar provisionalmente cada piedra que se coloca. Sin embargo, al llegar a la cumbrera, la estrecha hilada superior, va actuar en forma de cuña imprimiendo una compresión lateral a todo el plemento que lo hace perfectamente estable, permitiendo entonces retirar todos los mediaos auxiliares de sujeción. Tras estas observaciones se procedió a construir la plementería de nuestra bóveda (Figs. 38-39); sólo entonces pudo apreciarse con claridad la extremada complejidad de estas superficies. [....]

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