La bóveda sexpartita del Monasterio de Santa María de Huerta, Soria_04 Imprimir E-mail

[....] La toma de medidas continúa y, tras minuciosos trabajos con la estación total, se identifican con precisión los perfiles de las dovelas que, una vez dibujados sobre las monteas, permitirán extraer las plantillas de testa con la que proceder a su talla (Fig. 17). Surgen al respecto dos observaciones interesantes, en primer lugar, llama la atención que todos las dovelas son extremadamente cortas, su escasa longitud hace que sea innecesario tallarlas con curvatura; además, se constata que las caras laterales de la dovela no son radiales sino rectas, por tanto, la curvatura del arco ha de conseguirse mediante el mortero de junta en forma de cuña. Podemos concluir que, aunque se trata de una obra ejecutada en piedra, técnicamente está más próxima a la albañilería que a la cantería adovelada; al respecto, hemos podido observar que este tipo de bóvedas usan reiteradamente este mismo recurso (Fig. 12). En segundo lugar, el historiado perfil de los arcos, con su protuberante moldura central, sugería una razón constructiva que ya había sido señalada por Fichten: la de poder encarrilar la larga sucesión de dovelas que forman el arco sobre una cimbra de doble pared (Fig. 20); además, la talla de las dovelas puso de manifiesto otro dato interesante: la forma de las mismas permite su apilamiento perfecto (Fig. 21). Las dovelas se maclan unas con otras perfectamente de una forma que no puede ser casual, es evidente el interés por facilitar y rentabilizar el transporte, gasto éste que, en ocasiones podía superar con mucho el coste de la propia bóveda.

Las bóvedas de crucería realizadas con dovelas cortas parece ser una característica del primer gótico. Se trata de una técnica que sería paulatinamente abandonada y sustituida por el uso de dovelas mucho más largas que necesariamente deben tallarse curvadas. Como ya se sugería en el párrafo anterior, las dovelas cortas aproximan la obra a un trabajo de albañilería, las piezas se van colocando unas junto a otras y es la junta de mortero la que permite ir dando la curvatura a la enfilada de dovelas y adaptarlas a la curvatura que impone la cimbra. Aunque las curvaturas de los arcos sean diferentes, las dovelas cortas son siempre capaces de adaptarse a todo tipo de curvaturas; en cambio el trabajo con dovelas largas requiere conocer con precisión la curvatura de los arcos, si los arcos son diferentes, las dovelas tendrán curvaturas diferentes también lo cual puede complicar extraordinariamente la construcción de la bóveda. [....]

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