Joao del Castilho: Bóveda de la sacristía del convento de los Jerónimos, Belem. Lisboa_02 Imprimir E-mail

[....] Un examen más atento de una de las bóvedas muestra que está realizada con arcos ovales, se trata, por tanto, de una bóveda rebajada. Tras la toma de datos comprobamos que el arco diagonal es un arco de tres centros en el que el centro del arco central se encuentra precisamente en el nivel del suelo de la sacristía (foto 10B). Comprobamos también que la altura del nivel de jarjas se encuentra precisamente en el punto de tangencia entre el óvalo inferior y el superior (foto 7).

Además, en estas bóvedas aparece una nueva técnica empleada frecuentemente por Joao de Castilho que tendría un gran desarrollo en el gótico del XVI en la península ibérica: las claves inclinadas. Como podemos contemplar en la foto 4, las bóvedas están resueltas con dos tipos de claves: las claves verticales, cuyo uso se reserva para los nudos importantes, la clave central, los terceletes y sobre los arcos fajones (foto 8); por el contrario, las claves inclinadas sólo aparecen vinculadas a los nervios decorativos (foto 9, 10A).

La construcción de los arcos

Al tomar las medidas de la bóveda descubrimos que la altura que alcanzan los terceletes por su trasdós coincide exactamente en el recorrido del arco diagonal, es decir, que ambos arcos son iguales: se trata del mismo óvalo (foto 11). Sin embargo, el tercelete, al tener una sección algo menor que la del ojivo, hace que su arranque se produzca algo más arriba. Al contemplar el racimo de arranque de las nervaduras vemos que, efectivamente, los terceletes aparecen a una cota superior (foto 7) [....]

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