Joao del Castilho: Bóveda de la sacristía del convento de los Jerónimos, Belem. Lisboa_03 Imprimir

[....] Las claves de los arcos formeros quedan claramente por debajo de la altura de la clave central, así que en principio deberían trazarse con arcos diferentes a los anteriores; sin embargo, en los óvalos, el arco superior puede inclinarse hacia delante conservando el circulo inferior como muestra la foto 12. Este recurso geométrico permitiría alcanzar la clave de los formeros con el mismo arco; en definitiva, toda la bóveda se puede construir con un solo arco, esto es la parte superior del óvalo de la diagonal. Con la parte inferior del óvalo se forma el macizo de la jarja, que, en realidad, no forma parte de la zona abovedada (foto 13).

Con estos criterios puede comenzar la construcción de la bóveda. En primer lugar se procede al dibujo de la montea a escala natural (foto 14, 15 y 16), tanto en planta como en sección como muestran las fotos 17 y 18. Una vez dibujados los arcos, con la curvatura de la parte superior del óvalo, puede llevarse a cabo la construcción del baibel (foto 19), con el que se procederá a la talla de las dovelas (foto 20, 21); recordemos que gracias a la estandarización de los arcos todas las dovelas son iguales. La foto 22 muestra en toda su amplitud la curvatura del arco principal, es decir, la parte superior del óvalo.

Los nervios combados son relativamente fáciles de tallar, ya que el dibujo del cuadrifolio se encuentra en un plano horizontal, por tanto su proyección horizontal define con bastante precisión la forma de estos nervios. Partiendo de su proyección horizontal, se tallan unos nervios curvos horizontales, que, posteriormente se terminarán de tallar con su sección revirada (foto 23 y 24) [....]

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