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El Llibre de trasas de viax y muntea de Joseph Ribes es un manuscrito sobre cantería y estereotomía redactado a principios de siglo XVIII en Barcelona (Fig. 1). Una característica verdaderamente notable de esta obra, precisamente por la fecha de su redacción, 1708, es el extenso capítulo dedicado a las bóvedas de crucería góticas (Fig.2). Joseph Rives, en este tratado, estudia cuarenta bóvedas de crucería ordenándolas por el número de sus claves, desde las bóvedas de una sola clave, hasta 16. La mayor parte de las bóvedas son de simetría central (Fig. 3), resueltas con diseños en ocasiones inéditos en el gótico español. Entre ellas, aparece la traza de una bóveda singular (Fig. 4), se trata de una bóveda en red de tipo alemán, una netgewolb . Es esta la razón que explica la decisión de construir esta bóveda de geometría insólita, tanto en Castilla como en Cataluña (Fig. 6).
Las bóvedas que Ribes estudia en el manuscrito presentan una característica común: todas ellas son bóvedas de intradós esférico (Fig.5). Independientemente de la geometría de la planta, ya sea poligonal o circular, todas las trazas se resuelven con arcos de crucería de medio punto y rampante redondo. Probablemente, Ribes dibuja sus bóvedas con geometría esférica con el objetivo de simplificar el de dibujo y, al mismo tiempo, destacar y comparar con más facilidad los nervios de las diferentes monteas del tratado. Sin embargo, la geometría esférica de la cáscara de una bóveda implica que todos los nervios tengan curvaturas diferentes y, en consecuencia, sus dovelas deben labrarse con la curvatura de cada arco, lo cual complica notablemente la construcción de la bóveda y la aleja de los principios de estandarización del gótico. Esta dificultad se incrementa en el caso de la bóveda objeto de este estudio debido a su diseño en red típico del gótico alemán. La segunda característica singular de las bóvedas de J. Rives es que todas ellas tienen sus claves inclinadas, es decir, radiales hacia el centro de la bóveda.[....]
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